Ginkgo Biloba – Ginkgoaceae

El Fósil Viviente que desafió al Tiempo

El Ginkgo biloba es un árbol verdaderamente extraordinario, aclamado globalmente como un “fósil viviente”. Representa la única especie superviviente de todo su antiguo linaje, el filo Ginkgophyta, lo que subraya su profunda singularidad evolutiva. Se le considera una maravilla botánica, un vestigio vivo de un grupo antiguo y alguna vez diverso que persistió mientras sus parientes se extinguieron.
Este coloso milenario no es solo una pieza de museo botánico; con su inconfundible belleza y asombrosa resistencia, ha encontrado un hogar en los paisajes urbanos de todo el mundo, y nuestra propia ciudad de Toledo, en España, no es una excepción.

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El Ginkgo: Un Viaje a la Era de los Dinosaurios y un Símbolo de Esperanza

 

Un Legado de Eones: La Historia de un Superviviente

Imagina un ser vivo que ha estado en nuestro planeta desde antes de que los dinosaurios caminaran. No es una fantasía; es el Ginkgo biloba. Su existencia se remonta a más de 200 millones de años, teniendo una gran expansión durante el período Jurásico.

Un Fósil Viviente con Relevancia Incalculable

El epíteto de “fósil viviente” fue acuñado por el mismísimo Charles Darwin y encapsula su notable capacidad para permanecer genéticamente casi inalterado a lo largo de vastas épocas geológicas. Su persistencia a través de eones y eventos geológicos masivos le ha valido el interés de botánicos y paleobiólogos por igual. Caminar junto a un Ginkgo es estar ante un superviviente de eras extintas; un eslabón directo con la flora de la era Mesozoica.

La legendaria resistencia del Ginkgo se demostró de la manera más impactante cuando fue una de las primeras plantas en rebrotar en la zona completamente devastada tras la explosión de la bomba atómica en Hiroshima en 1945. Este acto extraordinario consolidó su estatus como un potente símbolo universal de vitalidad, resistencia y esperanza.

Retrato Botánico: Belleza, Adaptación y Unicidad

Originario de China, donde hoy solo sobrevive en cultivo y en pequeños enclaves naturales, el Ginkgo es un árbol majestuoso, capaz de alcanzar alturas de 15 a 25 metros, e incluso superar los 30 o 40 metros en ejemplares maduros. Su tronco es robusto y recto, con una corteza del gris al pardo-grisáceo, que se resquebraja con la edad, adquiriendo una textura rugosa similar al corcho.

Las Hojas: El Abanico de la Elegancia

La característica más emblemática y reconocible del Ginkgo son sus hojas. Son simples y caducas, con una inconfundible forma de abanico, a menudo divididas en dos lóbulos, origen de su epíteto “biloba”. Poseen una nervadura dicotómica, un rasgo primitivo que las asemeja a las frondes de los helechos.

  • El Espectáculo Otoñal: Durante los meses cálidos, lucen un vibrante color verde. Sin embargo, en otoño, el árbol ofrece su espectáculo más impresionante, transformándose en un deslumbrante color amarillo dorado antes de desprenderse, lo que le ha valido el poético apelativo de “oro que llueve”.

La Reproducción: Dioica y la Curiosidad Olfativa

El Ginkgo biloba es una especie dioica, lo que significa que existen árboles masculinos y femeninos separados.

  1. Polinización: Los árboles machos producen racimos alargados de sacos polínicos, mientras que los femeninos desarrollan rudimentos seminales. La polinización es anemófila; es el viento quien transporta el polen.

  2. El Olor de la Semilla: Una vez maduras, las semillas de los árboles femeninos desarrollan una cubierta carnosa (sarcotesta) que emite un olor peculiar y desagradable, similar al de la mantequilla rancia. Debido a este aroma, en contextos urbanos y de paisajismo, se prefieren generalmente los ejemplares masculinos.

Usos Múltiples: De la Farmacia China a la Carpintería

La relevancia del Ginkgo biloba va más allá de su historia evolutiva y su belleza ornamental. Este árbol ha sido venerado y utilizado en diversas culturas durante milenios.

Aplicaciones Medicinales y Precauciones

  • Medicina Tradicional: El uso medicinal del Ginkgo es milenario en la medicina china. Históricamente, sus semillas se han empleado como expectorante, vermífugo y sedante, además de para tratar afecciones cutáneas, asma y tuberculosis.

  • Medicina Moderna: Los extractos estandarizados de sus hojas han validado muchas de sus propiedades. Se utilizan ampliamente como vasodilatador cerebral y periférico, protector capilar y antihemorroidal. También se investiga su potencial para mejorar la memoria, reducir la inflamación, aliviar el tinnitus y mitigar la ansiedad.

  • Advertencia: Es importante señalar que la pulpa de la semilla puede resultar irritante para la piel, y las semillas crudas o consumidas en grandes cantidades (más de 5 al día) pueden ser tóxicas, especialmente en niños.

Gastronomía, Artesanía y Resistencia

  • Gastronomía: Las semillas internas, conocidas como ginnan en Japón, son comestibles una vez cocidas y se consideran un manjar oriental. Se tuestan y se incorporan en diversos platos tradicionales.

  • Madera: La madera es valorada por su ligereza, grano fino, buena calidad y color blanco satinado. Es una madera no resinosa, utilizada en ebanistería para la fabricación de tableros de ajedrez, tallas de madera y juguetes. Su resistencia natural a los insectos la hace apta para carpintería general.

El Símbolo de Supervivencia: La Prueba de Hiroshima

La legendaria resistencia del Ginkgo se demostró de la manera más impactante en la historia moderna. Tras la devastadora explosión de la bomba atómica en Hiroshima en 1945, el Ginkgo fue una de las primeras plantas en rebrotar en la zona completamente devastada y carbonizada.
Este acto extraordinario de vitalidad consolidó su estatus como un potente símbolo universal de resistencia, esperanza y el poder perdurable de la naturaleza frente a la destrucción más catastrófica. Su capacidad para regenerarse de tal devastación lo convirtió en un emblema inspirador para la propia humanidad. De hecho, su resistencia a los desastres también quedó patente cuando sobrevivió notablemente al gran incendio del terremoto de Tokio en 1923, lo que incluso llevó a la creencia popular de que su savia posee propiedades ignífugas.

Un Aliado en Toledo: Cultivo y Adaptabilidad Urbana

Actualmente, uno de sus papeles más extendidos es su uso como planta ornamental. Su belleza, combinada con su notable resistencia a enfermedades y plagas, y sus bajos requisitos de mantenimiento, lo convierten en una elección muy apreciada en parques y jardines urbanos. Es particularmente valiosa su tolerancia a la contaminación atmosférica.

Por Qué el Ginkgo es Idóneo para el Clima de Toledo

A pesar de ser originario de Asia, el Ginkgo ha demostrado ser perfectamente apto para el clima de Toledo, clasificado como mediterráneo continentalizado.

  • Resistencia Climática: Su adaptabilidad es excepcional, tolerando veranos muy calurosos y secos, e inviernos fríos con heladas frecuentes, lo que coincide notablemente con el clima de su hábitat montañoso de origen en China. Es capaz de soportar temperaturas invernales de hasta -18 ºC o -20 ºC.

  • Suelo y Resiliencia: Desarrolla una excelente tolerancia a la sequía una vez bien establecido, una cualidad indispensable para sobrevivir a los veranos toledanos. Se adapta a varios tipos de suelo (arenosos, francos, arcillosos, ligeramente calcáreos) siempre que estén bien drenados.

  • Reconocimiento Oficial: El Ginkgo biloba está explícitamente incluido en el “Temario Oficial Jardinero del Ayuntamiento de Toledo” como una especie idónea para los parques y jardines urbanos de la ciudad.

Consejos para el Cultivo Exitoso en la Ciudad

Si se desea incorporar este tesoro milenario a los espacios verdes de Toledo, hay algunas pautas esenciales:

  1. Riego Inicial: Los árboles jóvenes necesitan riego regular durante sus primeros años para establecer su sistema radicular profundo.

  2. Drenaje: Es crucial que el suelo tenga buen drenaje para evitar el encharcamiento.

  3. Poda: Requiere una poda mínima, limitándose a eliminar ramas secas o dañadas, ya que cicatriza mal y desarrolla naturalmente una forma atractiva.

  4. Selección de Sexo: Por el fuerte olor que desprenden los frutos femeninos al madurar, se recomienda encarecidamente plantar ejemplares masculinos.

El Ginkgo biloba se erige como un testigo vivo del poder perdurable de la naturaleza. Su presencia confirmada en los espacios verdes urbanos de Toledo proporciona una relevancia local directa, invitando a la observación y apreciación de este árbol que conecta la ciudad con la flora de la era mesozoica.

Aprende a identificarla

Las hojas son simples y caducas.
Poseen una forma inconfundible de abanico, lo que las hace únicas.
A menudo están divididas en dos lóbulos, lo que da origen a su epíteto “biloba”.
Un rasgo primitivo es su nervadura dicotómica, donde cada nervio se bifurca sucesivamente, similar a las frondes de los helechos.

Se agrupan en las terminaciones de brotes laterales cortos, conocidos como braquiblastos, lo que les da la apariencia de pequeños penachos.

Durante los meses cálidos, lucen un color que va del verde vibrante al verde grisáceo o verde oscuro.
En otoño, ofrecen un espectáculo impresionante al transformarse en un color amarillo dorado deslumbrante antes de desprenderse.
El Ginkgo es una especie dioica, lo que significa que existen árboles masculinos y femeninos separados.
Los árboles machos producen racimos alargados de sacos polínicos o pequeños estróbilos microsporangiados de color amarillento.
Los árboles femeninos desarrollan rudimentos seminales que se presentan de forma solitaria o agrupada en ramilletes.
La polinización es anemófila, es decir, se realiza por el viento, generalmente a principios de la primavera.
El polen es transportado por el viento hasta el rudimento seminal, donde una gota de líquido lo conduce a una cámara polínica.
Una vez maduras, las semillas desarrolladas por los árboles femeninos están envueltas en una cubierta carnosa llamada sarcotesta.
La sarcotesta, al madurar y caer, desprende un olor peculiar y desagradable, frecuentemente descrito como similar a la mantequilla rancia, debido a la presencia de ácido butírico.
Debido a este olor distintivo, en el paisajismo urbano y en los viveros se prefieren y propagan (a menudo mediante injerto) ejemplares masculinos
Porte: Árbol majestuoso que puede alcanzar alturas de 15 a 25 metros, y ocasionalmente superar los 30 o incluso 40 metros en ejemplares maduros.
Tronco y Corteza: El tronco es robusto y recto. La corteza varía del gris al pardo-grisáceo y se resquebraja con la edad, adquiriendo una textura rugosa similar al corcho.

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